Comúnmente se piensa que los riesgos son los elementos peligrosos que pueden afectar gravemente nuestra supervivencia. Sin embargo, algo que nos ha enseñado la Gestión de Riesgos Corporativos es que un manejo adecuado de los mismos puede llevar a grandes oportunidades. Entender los riesgos como oportunidades es observar 2 caras de la misma moneda. En este caso quisimos hablar de cómo la Gestión de Riesgos Corporativos es una de las herramientas más significativas de cualquier empresa u organización puede integrar a su plan de acción.
¿En qué consiste la Gestión de Riesgos Corporativos?
Todos sabemos que el objetivo número 1 de una empresa es la generación de valor. Ahora bien, la amenaza número uno de este objetivo es la ausencia de certeza o control; eso traduce en riesgo corporativo. Implementar un Sistema de Gestión de Riesgos permite acercarse a estas amenazas con anticipación y verificar qué tanto daño puede hacerles a las organizaciones para realizar un plan de acción que ayude a mitigarlas.
Ahora bien ¿De cuáles riesgos hablamos?
La norma ISO 31000nos habla de diferentes tipos de riesgos, los podemos agrupar de la siguiente manera:
- Los riesgos de mercado son aquellos que se encuentran en el núcleo del mercado. Las variaciones en los precios, los servicios, la calidad de los productos, entre otros pueden generar amenazas importantes a cualquier organización.
- Los riesgos internos están basados en los problemas propios de cada empresa, entre ellos podemos encontrar dificultades en la organización y la planificación interna, malas relaciones laborales, entre otros.
- Los riesgos laborales son aquellos que afectan directamente las dinámicas de trabajo al interior de una empresa. Los riesgos físicos, biológicos y psicosociales hacen parte de los anteriores.
- Los riesgos reputacionales -muy presentes en estos tiempo-, están relacionados como bien lo dice el nombre, con la pérdida de reputación de una organización. Una mala acción o publicidad puede producir la pérdida del capital financiero y/o social de una empresa y desencadenar incluso en el cierre de esta.
Después de identificar qué tipos de riesgos existen y pueden amenazar el curso normal de la organización, es importante fijar los índices de referencia con los que se pueden jerarquizar cada uno de los riesgos. Por ejemplo, un riesgo no tan grave puede presentarse con mayor frecuencia y generar mayor incertidumbre, mientras que un riesgo de mayor gravedad con menor frecuencia podría ser manejado más fácilmente. Todo depende de las circunstancias en las que nos encontremos. La evaluación de estos índices y el impacto que pueden generar es imprescindible para un mejor escenario futuro.

Implantar las soluciones y controles permitirá observar en hechos reales todo el plan de acción en movimiento, generando una visión no solamente de los problemas mitigados sino también dando una perspectiva diferente en el que las oportunidades pueden ser vistas más claramente. Como hablamos al principio, los riesgos también pueden ser convertidos en oportunidades para cualquier empresa; estar atentos y ser creativos son acciones básicas para poder entender los momentos de crecimiento para nuestras organizaciones.
Y después de esto... ¿Qué hacemos?
El paso siguiente es hacer un seguimiento de los resultados que produjeron estas soluciones o medidas. Aunque pareciera que este es un paso secundario, lo cierto es que estar atentos a lo que produjeron nuestras acciones es la parte básica de cualquier modelo de gestión de riesgos, por esta razón ser constante es significativo.
Los riesgos corporativos que más han llamado la atención a las empresas son diversos y cambian de acuerdo con la localización de la organización, su tamaño, su seguridad en el mercado, su posición en el sector y más. Entre ellas podemos encontrar los incidentes cibernéticos, el riesgo de fraude o el abuso de confianza, problemáticas muy importantes que pueden pasar desapercibidos. También se encuentran las catástrofes naturales, el desarrollo inequitativo de los mercados, los cambios en las regulaciones nacionales internas, la pérdida de la reputación de la marca, el cambio climático, entre otros.
Es importante decir que la Gestión de Riesgos Corporativos es la base para la credibilidad de toda empresa. Aquellas empresas que están atentas a las amenazas futuras y, además ven en ellas una oportunidad de crecer tienen una gran ventaja competitiva frente a aquellas que dejan estos asuntos para cuando se presenten.
Sin embargo para cada empresa es un mundo distinto y seguramente tendrás dudas respecto a: ¿Qué hacer si tu organización es pequeña, mediana o grande?, ¿Qué pasa si quiero prepararme frente a un riesgo más que otro?, ¿Qué hacer si mi empresa se encuentra frente a un riesgo inminente? o ¿Cómo ver en ellos una oportunidad?